Después del fraguado, el cemento debe mantener un volumen estable, sin mostrar una expansión retardada significativa, principalmente debido a cantidades excesivas de óxido de calcio (CaO) u óxido de magnesio (MgO). Los cementos estables resisten mejor el agrietamiento y los daños. La estabilidad puede determinarse por el método de Le Chatelier o por autoclave.